Reseña: La vida es Bella de Roberto Benigni

Nunca había podido coincidir con esta película, ni en televisión o cuando la ponían en el colegio y eso que la pusieron muchas veces. Por fin la encontré en la biblioteca de mi ciudad y antes de proceder con mi humilde opinión, unos datos de la película en cuestión:

Título: La vida es bella.

Año: 1997

Duración: 116 minutos (2 h 2 min)

Director: Roberto Benigni.

Guión: Roberto Benigni y Vicenzo Cerami.

Música: Nicola Piovani

Protagonistas: 

Roberto Benigni, 

Nicoletta Braschi  

Giorgio Cantarini.

Género: Comedia, Drama, Romance.

Sinopsis: Guido, un camarero encantador pero torpe, dotado de una viva imaginación y un irresistible sentido del humor, se ha ganado el corazón de la mujer que ama y ha creado una vida bella su joven familia. Sin embargo, esta vida es amenazada por la Segunda Guerra Mundial. Guido deberá confiar en sus habilidades y su fantasía para salvar a su amada esposa y a su hijo de un destino fatídico.

Opinión personal: Sinceramente la película me ha encantado, no es broma, es una de las primeras películas con el tema de la Segunda Guerra Mundial que volvería a ver y he visto unas cuantas para asegurar eso. Es una obra preciosa desde el primer segundo con sus precioso decorados, ambiente tan colorido y gran ritmo narrativo sin pausa pero sin prisas la hacen una pequeña obra de arte.

Es tan animada gracias a Guido que a veces no parece que estés viendo un filme de drama, al menos durante la primera mitad de esta ya que en ese tiempo se nos muestra a un Guido muy optimista y divertido que mientras trabaja de camarero en el hotel de su tío Elíseo e intenta cumplir su sueño de abrir una librería, también quiere conquistar a Dora, la mujer de la que se enamora nada más llegar a Italia literalmente caída del cielo.

Ya en la segunda parte, podemos ver como Guido ha formado una familia y ama tanto a Dora como a su pequeño hijo Giosué. Es ese amor incondicional el que lo lleva a no querer lastimar a su hijo de forma psicológica proponiendo su llegada al campo de concentración como un juego. Gracias a esto consigue que su hijo pueda sobrevivir en ese ambiente tan hostil, algo que me ha parecido muy admirable por parte de él, usar su rica imaginación para cuidar de su hijo.

Se ha ganado pues un lugar en mi corazón por su hermosa historia, sus personajes inolvidables, su gran dirección y por su gran montaje. La recomendare a todo el mundo que no la haya visto por todo lo anteriormente nombrado y por que es una de esas joyas filmográficas que se tiene que disfrutar al menos una vez en la vida.

Escenas favoritas: Han habido demasiadas que me han gustado, el primer encuentro de Guido y Dora, cuando este va a pedir un préstamo para poder abrir su ansiada librería y todo le sale torcido, el pequeño paseo en bicicleta de la familia Orefice, el momento en el que Dora exige acompañar a su marido e hijo al campo de concentración, la famosa escena de: “¡Buenos días princesa!” y el hermoso pero a la vez cruel final del filme.

Personaje favorito: Por si no se ha notado en todo lo que he nombrado al personaje a lo largo de la reseña: Guido Orefice ha sido mi personaje favorito de toda la película. Un personaje tan alegre, vivaz, imaginativo, elocuente y amoroso. Que nunca se deja ganar en el peor de los momentos y siempre ve el lado positivo de las cosas por él y por su hijo, un gran marido y padre sin ninguna duda. No me cabe la menor duda de que si este personaje fuese real me haría amiga suya.

En resumen: Una muy buena película que tienes que ver al menos una vez en tú vida, con un reparto fantástico en los papeles asignados, un gran trabajo de guión y producción, una banda sonora preciosa que te acompaña durante toda la película y una preciosa historia de amor y superación de los momentos difíciles de la vida.

Nota: 10/10